El ministerio God Behind Bars (en español “Dios tras las rejas”) comparte más historias sorprendentes sobre cómo Dios está tocando corazones y cambiando vidas para liberar a cientos de prisioneros, incluida la historia de un prisionero que se había alejado de adorar a Satanás al entregar su vida a Jesucristo.

«He visto la gloria de Dios», dijo el recluso Daniel al ministerio. «No hay nadie más grande. No hay nadie más poderoso, nadie más peligroso, lo cual es bueno cuando necesitas un guerrero de tu lado. Es un hombre de batalla, de verdad».

El antiguo miembro de una banda dijo a God Behind Bars que está «completamente de lleno en Jesús», pero no siempre fue así.

«Hace aproximadamente un año fue cuando Dios me sacó del culto satánico», compartió. «Había estado con el Señor antes de eso, pero reincidí y ya no estaba involucrado en la iglesia, así que fue un accidente que me volviera parte de [la secta] cuando estaba tratando de aprender cosas más profundas».

«[Pero] nunca he visto nada mejor que lo que el Señor me ha revelado ahora», añadió Daniel.

Como ha informado CBN News, God Behind Bars es un ministerio penitenciario nacional que trabaja para restaurar las vidas de los reclusos mediante la edificación de su fe, durante el encarcelamiento y después de su liberación.

El ministerio está trabajando estratégicamente para llegar a los más de 2,3 millones de personas en el sistema penitenciario.

«Creamos campus satélites en las prisiones y toda nuestra misión es presentar a los reclusos a Jesús», dijo Isaac Holt, director de Innovación de God Behind Bars, a CBN News.

En 2021, el ministerio lanzó su PandoApp - una aplicación basada en la fe, que da a los presos acceso a música de alabanza y sermones en una tableta.

El objetivo del ministerio de ganar almas para el Reino de Dios está explotando en un alcance continuo que está proporcionando esperanza en un lugar oscuro.

Prisionera suicida liberada

La ex reclusa Shannon estaba en su celda preparándose para ahorcarse, pero un paquete de ayuda que recibió de God Behind Bars le hizo reconsiderar su decisión.

"Shannon hizo una oración final pidiendo una señal para vivir", explicó el ministerio. "De repente, escuchó un golpe en su celular. El llamado era un voluntario de Dios tras las rejas".

El voluntario le dijo: "Shannon, cuando salgas de aquí, tenemos un paquete de ayuda para que vengas a recogerlo. Estamos ansiosos por verte".

Shannon lloró sabiendo que Dios había escuchado su oración.

La joven comenzó a asistir a los servicios del ministerio y finalmente entregó su vida a Jesucristo.

Según el grupo, fue liberada, se bautizó y recientemente regresó a la prisión para entregar paquetes de atención a 1.000 reclusas.

«Este es el poder de Jesús», compartió God Behind Bars en Instagram. 

Reunir a las familias

El ministerio no se limita a salvar a los reclusos y restaurar sus vidas, sino que llega incluso a ayudar a reconstruir las relaciones rotas entre los reclusos y sus hijos.

Dos tercios de los padres en prisión nunca han recibido una visita de su familia y el 75% de los niños con un progenitor encarcelado tienen más probabilidades de acabar en prisión. Según un informe del Departamento de Justicia, más de un tercio de estos padres seguirán en prisión cuando sus hijos cumplan 18 años.

Cada año, Dios tras las rejas organiza «All is Bright», un evento que revela el verdadero significado de la Navidad. 

«Nuestro corazón está con los niños», dijo Holt a CBN News. «Queremos crear dignidad para sus padres. Queremos restaurar esa relación con su familia».

Y el ministerio trabaja más allá de la temporada navideña para fomentar las relaciones de las familias.

La semana pasada, el ministerio compartió un video de 29 madres reuniéndose con sus hijos.

«ESTA ES NUESTRA LUCHA para romper el ciclo de encarcelamiento de las familias», explicaron.

Cientos de personas conocen a Jesús

Jake Bodine, director ejecutivo de God Behind Bars, dijo a CBN News que comenzó la organización en 2009 con la misión de «llegar a los más pequeños», y se ha convertido en un movimiento de avivamiento en los centros penitenciarios de todo el país.

En un video publicado el fin de semana, el ministerio compartió sobre el lanzamiento de su programa número 69 en una institución correccional para hombres.

«216 reclusos vinieron a escuchar la predicación del nombre de Jesús», compartieron. «[Es] uno de los servicios con mayor asistencia en esta prisión. Uno de los más grandes que hemos tenido. PERO LA MEJOR NOTICIA es que 10 de estos hombres entregaron sus vidas a Jesús».

La esperanza es que el Evangelio de Jesucristo siga propagándose de celda en celda.

«No nos detendremos ante nada, asegurándonos de que cada recluso en los EE.UU. tenga acceso directo y personal al Evangelio y a los recursos espirituales, no sólo para ayudarles a crecer en su fe, sino también para sanar traumas y heridas, romper adicciones y ciclos, y permitirles dar un paso adelante en su vocación como hijos e hijas del Altísimo», se lee en su sitio web.