Colaboradores del Centro de asistencia Masvida Quilmes. Fotografía: Facebook: Masvida quilmes

El Gobierno de Argentina ha firmado un acuerdo con la Comunidad Evangélica del país para canalizar fondos hacia los comedores sociales en todo el país y abordar la crisis alimentaria en Argentina que se ha visto afectada por una serie de irregularidades en los programas de ayuda durante las gestiones anteriores.

Esta iniciativa podría significar una asignación de más de 1000 millones de pesos anuales para garantizar alimentos a aquellos en situación de vulnerabilidad.

La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, expresó su confianza en esta asociación durante una visita oficial a uno de los comedores evangélicos en Quilmes, donde quedó "muy emocionada por el trabajo que vio", según La Nación. Pettovello destacó que el objetivo es garantizar una distribución más eficiente de los recursos estatales destinados a los comedores sociales, especialmente tras detectar irregularidades en la gestión anterior.

Según informes obtenidos por La Nación, las auditorías realizadas por el Ministerio de Capital Humano revelaron casos de sobreprecios de hasta el 500% en la compra de alimentos, direccionamiento hacia empresas y cartelización de las compras. Además, se evidenció una falta de trazabilidad en las negociaciones y ausencia de rendición de cuentas, lo que perjudicó gravemente a los comedores sociales, según fuentes gubernamentales. La Sindicatura General de la Nación (Sigen) también señaló la falta de transparencia en la compra y distribución de alimentos durante la administración anterior.

El presidente de la Asociación Cristiana de Iglesias Evangélicas de Argentina (Aciera), Cristian Hooft, detalló el proceso que llevó a este acuerdo histórico. "El proyecto considera módulos para la compra de alimentos de acuerdo a la capacidad de asistentes registrados. Sobre ese cálculo se decidió destinar la cifra de 177 millones de pesos para reforzar la compra de alimentos en los 740 comedores y merenderos contemplados inicialmente", explicó Hooft en una entrevista con La Nación.

Ante la pregunta sobre la transparencia en la gestión de los fondos, Hooft aseguró: "Ahora estamos en proceso de presentar la primera rendición de gastos (de distribución y entrega) de alimentos por 177 millones de pesos. En el programa está previsto que cada compra incluya un concurso de precios para economizar costos y distribuir en todos los comedores del país a partir de 40 centros de distribución territorial". Además, destacó el compromiso de las iglesias evangélicas en la atención de las necesidades sociales, señalando que "nuestro trabajo lo hacemos hace muchos años de manera silenciosa en los lugares más olvidados como el Impenetrable Chaqueño".

En cuanto a la administración de los fondos, Hooft explicó que Aciera, como federación que reúne a miles de iglesias evangélicas en todo el país, asume la responsabilidad de representarlas "con la mejor administración posible no solo en el área alimentaria, sino también educativa y de asistencia integral con toda la comunidad".

Este acuerdo marca un hito en la colaboración entre el Estado argentino y la comunidad evangélica, mostrando un esfuerzo conjunto para abordar las necesidades básicas de alimentación en un contexto de creciente crisis social.